Tesla se enfrenta a un escenario cada vez más complejo en el viejo continente. Según los datos preliminares publicados por el grupo de investigación New AutoMotive, las ventas del fabricante de vehículos eléctricos volvieron a descender en el Reino Unido durante el mes de noviembre. En concreto, el número de nuevas matriculaciones cayó un 19% respecto al año anterior, situándose en tan solo 3.784 automóviles. Esta cifra no es un hecho aislado, sino que forma parte de una racha negativa que comenzó en octubre, mes en el que las ventas de la compañía se redujeron a la mitad.
El análisis de mercado revela que Tesla continúa perdiendo cuota frente a sus competidores chinos, especialmente ante el avance de BYD, cuyas matriculaciones en territorio británico se multiplicaron por más de cuatro en comparación con el año pasado. Este cambio en las preferencias del consumidor evidencia un interés creciente por vehículos eléctricos de menor coste, a medida que más fabricantes ofrecen opciones más asequibles que rivalizan directamente con la marca estadounidense.
El factor político y la competencia asiática
El desempeño de Tesla en el Reino Unido es sintomático de una debilidad generalizada en Europa, donde la demanda se ha visto afectada tanto por la agresiva competencia de las nuevas empresas chinas como por los lanzamientos recientes de los fabricantes tradicionales. Además, diversos analistas han señalado que la reacción pública contra la participación política del CEO Elon Musk ha complicado la situación de la marca en ciertas áreas demográficas.
Este descenso se enmarca en un contexto de debilidad general del mercado automovilístico británico, donde las matriculaciones totales cayeron un 6,3% en noviembre, hasta las 146.786 unidades, lo que sugiere un entorno menos favorable incluso más allá del segmento de los eléctricos. Los inversores permanecen atentos a las cifras de entrega de fin de año para determinar si el impulso europeo de Tesla logrará estabilizarse de cara a 2026.
Un salvavidas en la bolsa gracias a Oriente
A pesar de las dificultades en Europa, las acciones de Tesla experimentaron un repunte esta semana, subiendo un 3,4% hasta los 443,85 dólares el pasado 3 de diciembre. Este impulso bursátil llegó tras recibir noticias muy positivas desde el mercado más grande del mundo. A diferencia de lo que ocurre en el mercado automovilístico estadounidense o europeo, los consumidores chinos han adoptado masivamente el vehículo eléctrico.
China se consolida como el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo y el segundo cliente más importante para Tesla. Los datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles indican que los consumidores chinos adquirieron más de 1,7 millones de vehículos eléctricos en octubre. Para ponerlo en perspectiva, los consumidores estadounidenses habían comprado 1,2 millones de unidades en todo el acumulado del año hasta septiembre. Las ventas en la región de la Gran China aumentaron un 33% interanual en el tercer trimestre, demostrando la vitalidad de este mercado.
Cifras récord en la Gigafactoría de Shanghái
Aunque las ventas de Tesla en China tocaron un mínimo de tres años en octubre debido a la feroz competencia de los rivales locales, la compañía recibió un balón de oxígeno esta semana. Las ventas de vehículos producidos en su Gigafactoría de Shanghái aumentaron un 9,9% interanual en noviembre. Más destacable aún fue el salto mensual: las ventas de los modelos Model 3 y Model Y fabricados en esta planta se dispararon un 41% respecto al mes anterior, según datos de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China citados por Reuters.
Este incremento registrado en noviembre representa el mayor crecimiento en 14 meses para la factoría. Tesla vendió 460.380 vehículos en China en 2024, según datos recopilados por World Population Review. Aunque esta cifra se queda a más de 100.000 unidades de lo vendido en Estados Unidos, es casi diez veces superior a lo registrado en Canadá, que ocupa el tercer lugar en ventas para la compañía.
Incentivos gubernamentales y nuevos modelos
El auge de ventas de vehículos eléctricos en China durante este año responde, en parte, a la prisa de los compradores por aprovechar las subvenciones gubernamentales antes de que finalicen. Pekín ha estado impulsando a sus ciudadanos a adoptar tecnologías verdes mediante incentivos en efectivo y fiscales, pero estas ayudas están programadas para reducirse en 2026 y eliminarse por completo en 2028.
Para capitalizar esta demanda, Tesla ha ajustado su estrategia de producto. La introducción del nuevo modelo de autonomía extendida ayudó a impulsar las ventas del Model Y de tracción trasera en noviembre, una maniobra que siguió a los lanzamientos anteriores de un Model 3 de mayor autonomía y del Model Y de seis asientos en el mercado chino.