Nvidia ha presentado su nueva unidad de procesamiento gráfico (GPU) especializada en inteligencia artificial de inferencia, y su elección tecnológica promete remodelar el mercado de los semiconductores. El nuevo chip no incorporará la memoria de alto ancho de banda (HBM), sino que apostará por la séptima generación de DRAM para gráficos (GDDR7). Esta decisión estratégica abre un escenario muy favorable para Samsung Electronics y SK Hynix, los gigantes surcoreanos que ya lideran la producción de esta nueva tecnología.
Rubin CPX: La primera GPU para IA de contexto a gran escala
El 9 de septiembre, Nvidia desveló la «Rubin CPX», una GPU diseñada específicamente para procesar codificación y decodificación de vídeo, así como inferencia de IA, en un único chip. Su lanzamiento está previsto para finales de 2026 y está optimizada para que modelos de IA generativa, como ChatGPT, puedan comprender y responder a grandes volúmenes de texto o instrucciones complejas.
El CEO de Nvidia, Jensen Huang, explicó que «Rubin CPX es la primera GPU diseñada específicamente para la IA de contexto a gran escala, en la que los modelos razonan simultáneamente con millones de tokens de conocimiento». Esta tecnología es clave para aplicaciones futuras en el desarrollo de software y la producción de vídeo de alta calidad, ya que permite a la IA comprender el contexto de una conversación o de datos externos para ofrecer respuestas más precisas y personalizadas.
La estrategia detrás de la elección de GDDR7
La Rubin CPX estará equipada con 128 GB de la más moderna memoria GDDR7. La elección de esta tecnología en lugar de HBM no es casual: la GDDR7 ofrece importantes ventajas en costes y en capacidad de producción en masa, factores cruciales para la escalabilidad de la inteligencia artificial.
Además, esta apuesta por la GDDR7 no es un caso aislado. Nvidia ya la ha incorporado en su tarjeta gráfica para videojuegos de alta gama, la GeForce RTX 5090, y planea utilizarla también en el «B40», un acelerador de IA de especificaciones más bajas diseñado para el mercado chino, sorteando así las restricciones a la exportación impuestas por Estados Unidos. Se estima que la demanda del chip B40 podría alcanzar hasta cinco millones de unidades el próximo año, consolidando la GDDR7 como un componente clave en la hoja de ruta de Nvidia.
Una oportunidad de oro para los gigantes coreanos
Este giro hacia la GDDR7 representa una gran oportunidad para ampliar el suministro de semiconductores de IA para Samsung Electronics y SK Hynix. Ambas compañías ya producen en masa esta memoria, aunque cada una cuenta con fortalezas distintas que las posicionan de manera única para capitalizar la creciente demanda.
Samsung: Liderazgo cuantitativo y reputación
Samsung fue la primera compañía en presentar la GDDR7 a nivel mundial a finales de 2023, iniciando la producción en masa a principios de 2024. Como líder mundial en capacidad de producción de DRAM, la empresa cuenta con la infraestructura para satisfacer pedidos a gran escala de clientes como Nvidia y AMD. La percepción en la industria de que «GDDR es sinónimo de Samsung» juega a su favor. Además, para la compañía, que ha ido un paso por detrás en el mercado de HBM, consolidar su dominio en GDDR7 fortalecería su alianza estratégica con Nvidia.
SK Hynix: Calidad y eficiencia energética
Por su parte, SK Hynix comenzó la producción de chips GDDR7 para Nvidia en el tercer trimestre de 2024, destacando por su calidad y eficiencia. Su memoria ofrece una mejora del 50 % en la eficiencia energética en comparación con la GDDR6, un factor muy valorado en el sector. Aunque su capacidad de producción es menor que la de Samsung, su excelencia técnica la convierte en una candidata ideal para la estrategia de diversificación de la cadena de suministro de Nvidia.
Perspectivas del mercado
Con la fecha de lanzamiento de la Rubin CPX fijada para finales de 2026, se espera que los fabricantes de memoria inicien las entregas a Nvidia a más tardar en el primer trimestre de ese año. «La demanda de GDDR7 está creciendo de forma exponencial», comentó un analista del sector. «Tanto Samsung como SK Hynix están preparando sus líneas de producción para alinearse con la hoja de ruta de Nvidia, por lo que se prevé un aumento significativo en el volumen de suministro. La clave será mantener la competitividad para satisfacer los exigentes requisitos de Nvidia».
